Llegamos por la tarde, no muy tarde, y nos dió tiempo a dar un paseito por Alté, un lugar muy muy tranquilo y situado en el interior.
Allí dormimos, muy agusto hasta que el calor nos hizo salir de la furgoneta. A pocos kilometros encontramos un sitio bonito, limpio y cuidado para desayunar... si lo hubiésemos visto el día anterior... ese había sido un buen sitio para dormir.
Llegamos a Loulé, nos acercamo al mercado donde compramos pescado para comer. Dimos un paseito por sus calles peatonales, y nos acercamos a Quarteira, la playa más cercana. Buscamos un pequeño jardín (o eso decían ellos) y allí comimos nuestro "pargo" mmmmmmmmmmm.... qué rico.
Al terminar, aparcamos algo mas cerca de la playa, cogimos las bici y disfrutamos del paseo marítimo. Este es un lugar lleno de tiendas y bares destinadas al turismo. Al igual que pasa con Vilamoura. Está última es el Marbella portugués... ufffffffffff... qué poco acostumbrada estoy a estos sitios. A continuación, fuimos buscar un sitio donde ver el partido de España (BIENNNNNNNNNN... ganamos), además de ver el partido, hablas con la gente que hay sentada alrededor, es curioso.
Una vez más volvimos a la furgoneta, ahora para buscar sitio para dormir. Esta vez nos llevó hasta un descampado al lado de una urbanización algo lujosa. Poco más hicimos, preparar la cama y a dormir.
A la mañana siguiente, primer destino el camping de Albufeira. Una duchita, y a pasear en bicicleta por el pueblo. Una vez más a sortear tiendas y más tiendas de souvenires. Esa tarde Juan iba a pescar en un barco, así que volvimos al camping a comer y a relajarnos. Juan se fué a pescar y yo me quedé de tranqui en el camping, piscina y lectura. Al recogerlo, llegó con dos peces para la cena ¡qué buena cenita nos esperaba! Nos duchamos y a preparar la cena. Después preparamos nuestro cine particular dentro de la furgo, y a dormir.
A la mañana siguiente, ya lunes, después del desayuno aún nos daba tiempo a darnos un bañito en la piscina. Lo dejamos todo recogido para después ducharnos y marcharnos antes de las 12.
Nuestro destino hoy era Silves (Barradem de Ardame). Búsqueda interminable, preguntabámos y nos mandaban a un sitio y a otro. Todo esto para encontrar un sitio muy bonito en el que no había donde parar. Así que nos fuimos directamente al pueblo, Silves. Y aquí estamos, con bastante calor. Un refrigerio, un paseito, y decidimos irnos cerca del mar.
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